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Foto del escritorJesica Sabrina Canto

RESEÑAS DE LÁPIZ Y PAPEL: “Valis”, de Philip K. Dick.



El desdoblamiento del delirio


“Valis”, de Philip K. Dick, es una novela publicada originalmente en 1981, cuyo título fue inicialmente “SIVAINVI”. Es una obra en la cual su protagonista sufre delirios alucinatorios y persecutorios que no se sabe si son reales o producto de un trastorno mental. El narrador y el protagonista son el mismo personaje desdoblado, que por momentos aparece como uno mismo o como otro, en primera y tercera persona. Incluso en determinados momentos Fat, el personaje, llama al narrador “Phil” en diálogos, el cual es un diminutivo del nombre del autor.


El libro es interesante, además de por sí mismo, por el hecho de que los datos bibliográficos del autor nos indican sus padecimientos mentales, de la misma índole de cómo se presenta en esta novela, he incluso un comportamiento similar respecto al uso de drogas, así como el delirio religioso y su escritura de un libro sagrado.


En la trama, inicialmente el narrador aclara que él es Fat (el protagonista) y que escribe en tercera persona para obtener objetividad, pero por momentos habla en plural, “Fat y yo”. El desencadenante de los hechos aparece indicado como el suicidio de una amiga, algo que él trato en vano de impedirlo. Luego reconoce sus propios intentos de poner fin a su vida sin éxito, pasando a consumir muchas drogas estimulantes y padecer posteriormente un delirio religioso, diciendo que un rayo lo atravesó y le dio conocimiento, escribió en un diario (exégesis) del cual se “copian” fragmentos, se obsesionó con la teología.


En la novela se plasma un gran conocimiento sobre drogas y psicología contemporánea a la época del autor. Se alternan momentos de locura con otros de lucidez, tal como se cree que fue la vida de Philip K. Dick. Aparecen plasmados razonamientos del narrador sobre la locura del personaje de Fat y deducciones de cómo podría saber aquello que “le fue revelado”, agregando citas directas e indirectas de referentes reales de la psicología, filosofía y otras disciplinas.


Esta relación tan estrecha entre los hechos de la novela y los datos de la vida del autor da la impresión de ser, por momentos, una confesión y una autobiografía ficcionalizada, que le permite hacer reflexiones y confesiones que no realizó en la vida real. “La enfermedad mental no tiene nada de gracioso”, es una cita que aparece en el libro. Aparece también la internación en un psiquiátrico y sus relaciones disfuncionales con las mujeres, nuevamente son cuestiones que le ocurren al personaje, pero también le ocurrieron al autor.


En el libro, el personaje, al salir de la clínica psiquiátrica, se va a vivir con una amiga con cáncer, planteando el narrador que ese comportamiento es en verdad una búsqueda de dolor, que quería en su locura ser arrastrado por alguien que quisiera morir. De ese modo se plasma una alternativa al suicidio en forma de padecimiento a modo de condena.


Posteriormente, en la trama, el desdoblamiento se produce una vez más, estableciendo que el personaje Fat tiene otra personalidad viviendo en su interior, que proviene de otro siglo y lugar. El narrador tiene un sueño de él viviendo otra vida (con más dinero y esposa) y se interroga sobre la realidad, ambas vidas se le confunden al escribir y pensar. Plantea la idea de que el universo es irracional porque la mente es irracional, de que por eso pasan cosas malas.


El narrador llega a la conclusión de que el intento de curar-salvar al personaje siempre terminará frustrado “porque Fat no puede salvarse”.


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