Sobre la mujer y la literatura
En octubre de 1928, Virginia Woolf (escritora británica, autora de novelas, cuentos y demás obras literarias) impartió unas conferencias sobre la mujer y la literatura en la Universidad de Cambridge. Posteriormente, las redactó con forma de ensayo y lo publicó en 1929, con el título de “Un cuarto propio”. El nombre del libro se desprende de una cita del ensayo que reza: “Una mujer debe tener dinero y un cuarto propio para escribir novelas y cuentos”.
Virginia Woolf, como escritora, produjo un quiebre en la representación literaria de su época y fue un ícono en la constitución de la autoría femenina, tomando como tema central de sus obras el encierro de la mujer como sujeto atrapado.
Se propuso, con sus textos, deconstruir la imagen femenina construida anteriormente por los hombres, destruir la imagen de la mujer como el ángel del hogar. Desde su perspectiva, el proceso de autodefinición tiene que ver con un proceso de destrucción e intervención en el caso de las mujeres. Ha formado parte, como autora, en la construcción de una tradición femenina de la literatura.
En el siglo XX se produce la pérdida de los modelos de autoridad enunciativa que tenía la novela en el siglo anterior, siendo notoria la formalización de esta crisis en la obra de Virginia Woolf. En sus textos la tensión entre poesía y novela de la época aparece disuelta mediante entramados con una dinámica superpuesta.
En “Un cuarto propio”, la autora cuenta como fue el proceso de investigación sobre el tema cuando se le solicitó que dictara esas conferencias, llegando a determinadas conclusiones que comparte en el ensayo. Una de ellas es que la seguridad e independencia financiera da libertad, “libertad de poder pensar en las cosas en sí mismas”.
Woolf plantea que hay un estado mental más propicio para la creación artística, que escribir una obra de genio es una tarea de una prodigiosa dificultad, que ha sido infinitamente más dura para las mujeres. Dice: “La mente del artista, para conseguir el esfuerzo prodigioso de liberar la obra que se halla en él entera y completamente, debe ser incandescente (…) no debe haber allí ningún obstáculo, ninguna materia extraña sin digerir”. Se trata de la idea de despejar la mente de problemas para que la poesía fluya libre y sin obstáculos, en esencia, ser libre en el pensamiento.
Sobre su investigación al respecto de las mujeres y la escritura, la autora remarca que, a mitad del siglo XVIII hubo abundante actividad intelectual de mujeres (tertulias, etc.) y que a finales de siglo la mujer de clase media comenzó a escribir. Señala que Aphra Behn fue la primera mujer en vivir de la escritura, siendo ella la que ganó el derecho de hablar libremente para las mujeres. A la vez plantea que “las obras maestras no surgen de la nada y en solitario, sino que son el resultado de muchos años de pensamiento común, del pensamiento en conjunto de la gente, de modo que la experiencia de la masa se esconde detrás de una sola voz”.
En cuanto a la cuestión de la relación entre el pensamiento y los géneros dice que “para cualquiera que escribe pensar en su sexo es fatal. Es fatal ser un hombre o una mujer pura y simplemente; es imperioso ser una mujer algo masculina o un hombre algo femenino”. Esta autora se inclina por la comunión en lugar de por los opuestos, idea que expresa del siguiente modo: “Debe acontecer algún tipo de colaboración en el pensamiento entre la mujer y el hombre para que se alcance el arte de la creación. Debe consumarse algún tipo de matrimonio de opuestos”.
En su ensayo Virginia Woolf incorpora algunos consejos para los escritores de cuestiones que considera relevantes:
-“La mente completa del escritor debe permanecer totalmente abierta para que se pueda percibir que comunica absolutamente su experiencia”.
-“Tiene que haber libertad, tiene que haber paz. Ningún engranaje debe chirriar, no debe parpadear ninguna luz. Las cortinas deben permanecer corridas”.
-“El escritor debe recostarse y dejar que el pensamiento celebre sus nupcias en la oscuridad. No debe mirar o cuestionar lo que está sucediendo”.
-“Escriban toda clase de libros y no duden de tema alguno, sin importar lo trivial o lo vasto que parezca”.
-“Cuando les pido que ganen dinero y tengan un cuarto propio, les estoy pidiendo que vivan en presencia de la realidad, una vida estimulante”.
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