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RESEÑAS DE LÁPIZ Y PAPEL: La novela como posibilidad de conocimiento sobre el ser humano



Hoy en día, siglo XXI, la novela es un término amplio que engloba una gran variedad de texto de diferentes géneros, temas y formas (la novela negra, la novela de no ficción, la novela épica, entre muchas otras), como también gran variedad de opiniones y teorías sobre la definición general de lo que es una novela.


Me propongo plantear una perspectiva que pueda englobar todas esas variedades, que es a la vez una consideración personal como lectora ecléctica de los libros denominados novelas. Considero la novela como un relato extenso, o medianamente extenso, que da a conocer las posibilidades de ser (sentir, pensar y actuar) del ser humano en un contexto y condiciones determinadas. Desde esta perspectiva puedo señalar que el lector conoce algo que, esté o no basado en hechos reales, le muestra desde diversas perspectivas las posibilidades de ser de las personas.


Si bien Zola, en su texto La novela experimental, defiende la novela experimental como una disciplina científica para el estudio del comportamiento social humano, considero que, aunque no sea este el objetivo de la escritura de toda novela, esto ocurre indisociablemente al crear una historia humana (incluso en el caso de que los personajes sean animales o seres inanimados, éstos son a imagen y semejanza nuestra).


A su vez, considero que las bases que Zola toma para su planteo se pueden considerar igualmente para toda novela como una forma de representación especulativa de ser del ser humano. Entiendo esto no sólo sobre relatos con hechos reproducidos de la realidad, sino por igual a historias fantásticas y de mundos irreales y personajes no humanos, entendiendo todo ello como metáforas, ya que considero no le es posible al hombre, y por tanto al autor, concebir personaje que no sea a semejanza de la existencia humana y por tanto mirada desde la perspectiva humana.


Zola toma a Claude Bernard (impulsor de la idea de la medicina experimental), planteando que sus planteos son extrapolables a la literatura experimental, y yo considero que lo son a la literatura en general. Los puntos principales que considero relevante destacar son las ideas que comentaré a continuación.


La experiencia como una observación provocada, que consiste en determinar las condiciones requeridas para que algo ocurra, conocer el cómo, se presenta en las novelas mediante la imaginación, mediante la cual el escritor aplica sus conocimientos y percepciones (y hasta en algunos casos realiza una investigación al respecto) para crear esta relación causa-efecto, como llega un personaje a la situación en la que se halla. Esta relación causa-efecto en las novelas, al igual que en la realidad, no es lineal sino que es múltiple, hay muchas causas que se suman para dar ese efecto. Se manifiesta entonces la complejidad de los hechos y del ser humano que, a mi juicio, es una de las características en las que indaga la novela más profundamente que el cuento u otras narraciones breves.


El experimentador, según el autor ya mencionado, se define por quien varia o modifica los fenómenos naturales presentándolos en circunstancias en las que no están en la naturaleza. Considero que podemos encontrar en este planteo una equivalencia con el novelista en general, ya que este toma elementos de la realidad (imposible escribir de algo inexistente, incluso en casos de transpolación como, por ejemplo, en los vampiros, hay equivalente al modo de ser del humano) y los plasma de forma diferente. Incluso en el caso de novelas basadas en hechos reales o de no ficción, de igual manera considero que hay una modificación que se encuentra en la elección del autor en el modo de narrar la historia.


Cito el siguiente fragmento: “Una experiencia, incluso la más simple, esta siempre basada sobre una idea, nacida a su vez de una observación. La idea experimental no es arbitraria ni puramente imaginaria; tiene que tener un punto de apoyo en la realidad observada, es decir, en la naturaleza.” Me atrevo a decir que esto es extensible a todo tipo de novela, y a tomar a la humanidad como equivalente de la naturaleza en este planteamiento.


A su vez dice que “tomamos al hombre aislado de las manos del fisiólogo para continuar la solución del problema y resolver científicamente la cuestión de saber cómo se comportan los hombres desde que viven en sociedad”. Esta cuestión de conocer el comportamiento humano aparece por defecto en la construcción de una novela, es imposible que no esté si se plantean personajes humanos o a semejanza humana.


“La novela experimental es una consecuencia de la evolución científica del siglo; continua y completa fisiología, que a su vez se apoya en la química y en la física; substituye el estudio del hombre abstracto, del hombre metafísico, por el estudio del hombre natural, sometido a las leyes físico-químicas y determinado por las influencias del medio ambiente; es, en una palabra, la literatura de nuestra era científica, al igual que la literatura clásica y romántica ha correspondido a una era escolástica y teológica.” Este planteo me resulta interesante, y valida el planteo de este ensayo, al decir que la literatura se corresponde y refleja los modos de pensar de cada época.


En otros tres fragmentos de Zola aparece la idea de la novela en línea con el planteo de este ensayo: “Las novelas son, ciertamente, los trabajadores que se basan, a la vez, en un mayor número de ciencias, pues tratan todos los temas y necesitan saberlo todo, puesto que la novela se ha convertido en una averiguación general sobre la naturaleza y sobre el hombre.” “Las producciones literarias y artísticas no envejecen nunca, en el sentido que son expresiones de sentimientos inmutables como la naturaleza humana.” “El artista parte desde el mismo punto que el sabio; se coloca frente a la naturaleza, tiene una idea a priori y trabaja según esta idea.”


Garramuño, en su texto Los restos de lo real, plantea las prácticas artísticas en Argentina y Brasil entre los 70 y 80, como “fuerte impugnación de la categoría de obra de arte como forma autónoma y distanciada de lo real, suplantadas por prácticas artísticas que se reconocen abiertas y permeadas por el exterior, y que resultan atravesadas por una fuerte preocupación por la relación entre arte y experiencia”. Disiento y coincido con este planteo, considero que es imposible concebir una novela como distanciada del exterior y de lo real, resulta, a mi ver, imposible construir una historia aislada y autónoma del contexto ya que el contexto repercute en el autor y por tanto en su obra, incluso en los casos en que parece en apariencia no haber relación directa.


El autor mencionado habla sobre el cuento Alguma Coisa Urgentemente, de Joao Gilberto Noll y plantea que “el cuento se inscribe así en una idea de literatura que se distancia del deseo de explicar para convertirse en la pura exploración emocional de los efectos que determinadas circunstancias y acontecimientos –en este caso, manifiestamente históricas- producen sobre las subjetividades presentes en el relato.” Coincido en que la literatura explora las emociones en contextos determinados, pero apuesto a que la novela permite un mayor conocimiento.


Considero que la diferencia entre novela y cuento se basa en la extensión, pero no como solo mayor cantidad de palabras, sino que la extensión se da porque el ser del personaje se cuenta de forma amplia, con su historia de vida, en profundidad, y no un mero fragmento, sino como una mirada prolongada, en su complejidad. El explayarse en la complejidad de los personajes y situaciones es, en mi opinión, la mayor diferencia entre el cuento y la novela. El cuento selecciona y condensa, es un vislumbrar de algo, pero está impedido de agotarlo en profundidad.


Garramuño cita a Clarice Lispespector, quien define la novela/la ficción como “la creación de seres y acontecimientos que no existieron en la realidad pero que podrían existir de tal forma que se tornan vivos”. Ese tornarse vivos considero que es el efecto de mostrar algo del ser humano que el lector reconoce en la realidad.


Para ejemplificar lo dicho hasta ahora mencionaré novelas de diferentes géneros y formas, y cuál es el conocimiento que considero se puede ver en ellas sobre el ser del ser humano:


En El juguete rabioso, de Roberto Arlt, donde se plantea como ser un niño de una época determinada que se ve obligado a trabajar para mantener a su familia. Su obediencia y desobediencia, el uso que hace de su tiempo libre, los pensamientos que lo invaden.


En Los destiladores de naranjas, de Horacio Quiroga, aparece como podría ser un hombre adicto al alcohol en un ámbito rural del norte argentino en determinada época. Y de un hombre pobre que se considera inventor y nunca se rinde. Vemos en estos personajes particularidades de ser en esas situaciones y contexto específico, contextuados en una época y lugar geográfico reales específicos. Sin embargo, al tratarse de un cuento hay muchas particularidades de estas vidas y contexto que no se muestran en profundidad, no llegamos a conocer a los personajes en su verdadera complejidad y los derroteros que los llevan a encontrarse en esa situación de pobreza en ese momento de sus vidas.


En El sueño eterno, de Raymond Chandler, si bien se define dentro de la novela negra con un estilo de resolución de investigación detectivesca no consiguiente con el trabajo detectivesco en la vida real, se abordan, en cambio, problemáticas familiares y trastornos mentales (como la adicción a los juegos de azar y ataques de epilepsia), que son formas posibles de estos temas, y el modo en cómo afectan a las personas.


En La débil mental, de Ariana Harwicz, podríamos considerar que es una novela que apuesta a la forma: narrada en principio de manera confusa siguiendo la alternancia de pensamientos de la mente de la protagonista y su madre. Es justamente en esto donde se nos da a conocer el ser del personaje, que es equivalente a cómo podría verse a sí misma y pensar su vida una persona en el contexto y situaciones planteadas. A la par de mostrar cómo puede ser una relación simbiótica, a mi perspectiva enfermiza, entre madre e hija.


En A sangre fría, de Truman Capote, tenemos una novela que se corresponde con la crónica, que narra exclusivamente hechos reales. Sin embargo, podemos pensar que esta también se corresponde con una opción posible que no es meramente la transcripción de los sucesos, ya que mas allá de los hechos reales hay una mirada particular sobre estos de la que el escritor no se puede escindir, esté más o menos difuminada en la escritura, está presente. Incluso en esta historia particular, el hecho de que el autor se hubiera negado a terminarla hasta que no se conociera el fallo judicial del caso, nos muestra un modo de pensar del autor en las mismas páginas.


Bibliografía teórica:


-Zola, Èmile, “La novela experimental”, en El naturalismo, Barcelona, Península, 1998.


-Garramuño, Florencia, “Los restos de lo real”, en La experiencia opaca, Fondo de Cultura Económica, 2009.


Bibliografía literaria:


-Arlt, Roberto, El juguete rabioso (1926).


-Quiroga, Horacio, “Los destiladores de naranja”, en Los desterrados (1926).


-Chandler, Raymond, El sueño eterno (The Big Sleep) (1939)


-Harwicz, Ariana, La débil mental, Buenos Aires, Mardulce, 2014.


-Capote, Truman, A sangre fría, Buenos Aires, Sudamericana, 2008.


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