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Foto del escritorJesica Sabrina Canto

RESEÑAS DE LÁPIZ Y PAPEL: «La Historia de Genji» de Murasaki Shikibu



“La historia de Genji”, de Shikibu Murasaki, la primera novela de la historia


“La historia de Genji”, de Shikibu Murasaki, es una novela clásica japonesa, escrita aproximadamente en el año mil. Esta obra es considerada la primera novela de la historia, y posee un fuerte lazo con el Periodo Zan, en China. Su tipo de escritura está dada por lo que se denominó sistema onnade, “mano de mujer”, una forma que utiliza solamente el silabario hiragana, de fácil escritura y lectura, que es una simplificación de los kanjis (sistema otokode, “mano de hombre”), con unos trazos más estilizados.


Se puede trazar una historia cultural de Japón a partir de los sucesivos modos en como la obra fue recibida y valorizada. En la actualidad, su versión original se ha perdido y solo permanecen sus copias. La primera traducción al español se realizó en 1941, por Fernando Gutiérrez, limitada a los primeros nueve capítulos, titulada como “El romance de Genji”.


La obra posee un carácter multimedia y se inscribe en un momento en que Japón (era Heian) buscaba procurarse de formas propias, en un contexto marcado por la presencia imponente de la tradición china. La novela presenta un registro de confesión o diario, constituido por el relato anecdótico, la confesión y la poesía. La heterogeneidad formal del texto concuerda con la teoría sobre el género novela. En su texto “Épica y novela”, Mijail Bajtín define a la novela como una mezcla estilística, siendo ese rasgo lo propio del género. Además plantea que la novela interactúa con el presente y es inestable, la considera un género abierto, que implica la idea de un lector activo.


La autora de esta novela, Shikibu Murasaki, fue la hija de un gobernador, que tuvo acceso a la formación en la literatura de prestigio China, que era el modelo japonés en esa época, de forma indirecta por escuchar cuando el padre le enseñaba al hermano, ya que en su contexto esta literatura le estaba vedada a las mujeres. Tiempo después, luego de enviudar, comienza a escribir bajo la forma de onnade, texto que se intercambiaban entre mujeres. Sus escritos la hacen destacar y es tomada como institutriz para la nueva y joven emperatriz. Fue en su vida en el palacio cuando escribió la historia de Genji, se considera que fue consciente de la influencia de la obra en la emperatriz a su cuidado.


En la novela se citan obras de literatura de prestigio chino, lo cual la coloca a ella como autora mujer, en una postura subversiva al demostrar un manejo de ese saber que en esa época era solo para hombres. Surge como una estrategia artística que no obedece a la norma académica, ya que su forma se opone a los paradigmas vigentes y considerados como prestigiosos. Se cree que la obra fue pensada para la lectura femenina (que luego se universaliza), buscando interpelar a las mujeres, haciendo un panorama de la vida cortesana y señalando la importancia que desempeñaban allí.


Se reconoce la comunicación entre el texto y el presente en que fue escrito. Enmarcado en la Corte, pone de manifiesto los mecanismos de poder que allí operaban. Hay quienes señalan que el personaje de Genji es un pretexto para dar cuenta del mundo femenino, y opuestamente, otros sostienen que el peso del sentido del texto está en la figura de Genji y no en el mundo que lo rodea. Esto se puede considerar un falso dilema, ya que ambas cuestiones presentan relevancia en la obra. El texto señala una suerte de vaivén entre el héroe principal y el mundo de las mujeres, con abrumadora cantidad de personajes femeninos, con solo dos hombres con cierta relevancia narrativa (el emperador y Genji).


En la obra vemos jugar las figuras femeninas y masculinas de diferente modo. La madre de Genji se convierte en la causa de dolor y la pena del emperador. La figura del emperador muestra acciones no esperables para su posición, señalándolo como un personaje que no cumple con lo estipulado en términos de comportamiento del soberano, pero es ese elemento el que lo vuelve novelístico. La construcción de Genji está marcada por la hipérbole. “Genji” no es un nombre propio, sino la posibilidad de portar un nombre (siendo plebeyo), esto implica la condensación de dimensiones que en principio estarían excluidas una de la otra.


“La historia de Genji” muestra una panorámica de las diferentes modalidades de la sensibilidad femenina y del comportamiento en la corte, vinculado al cuidado y a la atención a los factores de poder relativos al modo en que las mujeres hacen alianzas familiares con figuras de la corte. Se plasma la idea de que las emociones tienen que ver con la naturaleza y el ser humano es intervenido.


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