Dos reescrituras de “El Aleph”, de Jorge Luis Borges
En “Beatriz querida”, de Blaisten Isidoro, aparece la mención del cuento original de Borges. Se cita el fragmento donde Borges repite el nombre de Beatriz. El personaje es un escritor que tiene que escribir un cuento romántico para mujeres, para una revista y ojea en su biblioteca para inspirarse, de allí, al leer parte del cuento de Borges, decide llamar a su personaje con el nombre completo de la mujer que se menciona en “El Aleph”. La historia se construye utilizando la idea de este punto de visión descripto por Borges, ya que hay en “Beatriz querida”, una simultaneidad de situaciones que se muestran al lector y a la vez un entrecruzamiento de hechos. El narrador ve en un sueño la imagen que el personaje femenino está pintando en un cuadro.
En esta reescritura podemos señalar que mantiene, en común con la versión de Borges, en términos de Barthes, un punto de vista focalizado internamente ya que el narrador es a la vez personaje. Así como tomando a Genette podemos clasificar al narrador como homodiegético, ya que es parte de la historia e intradiegético, ya que se encuentra dentro del mundo narrado. El narrador, en “Beatriz querida”, es el personaje protagonista y cuenta la historia desde su visión subjetiva. Desde Dolezel podemos marcar también en común, en ambos cuentos, un mundo homogéneo donde no hay ruptura del verosímil.
En cuanto a las diferencias, podemos señalizar en primera estancia los tipos de transtextualidad descriptos por Genette, que se ponen en juego en “Beatriz querida” con respecto a “El Aleph”. Hay intertextualidad, ya que el texto de Borges aparece efectivamente mencionado y mostrado cuando el narrador lo toma de su biblioteca y lo lee.
También podemos plantear que el mundo que se presenta en ambos cuentos es disímil desde el lenguaje. De acuerdo con el planteo de Goodman, de que la elección de palabras presentes en un relato delimita el mundo que se presenta, se puede clasificar a la utilización del lenguaje en “Beatriz querida” que es más simple y común en Blaisten que en Borges. Los narradores poseen competencias culturales diferentes y sus pensamientos se estructuran de forma diferente.
En “Help a él”, de Fogwill Rodolfo, se cuenta la historia de un periodista que, al enterarse de la muerte de su antigua amante, va a la casa del padre de ella y allí se entrega a la alucinación por medio de drogas. En este texto aparece el personaje de Vera Ortiz Beti como lo opuesto de la Beatriz Viterbo de Borges. Así mismo, hay un personaje que tras la muerte de su amada busca seguir en contacto con ella, aunque en el texto de Fogwil las acciones del personaje no son tan inocentes: no es la mera visita a un lugar que contiene recuerdos sino se incluye la utilización de drogas y la entrega a la distorsión perceptiva.
En oposición a Borges, quien menciona las cartas obscenas en medio de una enumeración caótica y sólo las nombra de esa manera sin dar más detalles, Fogwill elimina los límites en la relación de los amantes, pone a los cuerpos en primer plano dejando de lado el pudor. A su vez, se podría decir que Fogwill remplaza el Aleph que aparece en el relato de Borges por la utilización de drogas que, así como este punto de visión universal, genera otra percepción de la realidad en el personaje.
Así mismo, en la segunda parte de “Help a él”, Fogwill se toma la libertad de dar una opinión literaria en consonancia con lo escrito por Borges, en tanto el narrador personaje de “El Aleph” hace una valoración de esta índole respecto al poema de Daneri.
Con respecto a la estructura del relato planteada por Barthes, se pude decir que Fogwill mantiene la misma estructura que Borges, un narrador personaje con un punto de vista focalizado internamente y una posición frente a la historia de narración simultanea. Y en cuanto a lo planteado por Genette, se puede marcar un narrador homodiegético e intradiegético en ambos relatos.
Así mismo, desde el planteo teórico de Dolezel se puede señalar en ambos relatos un mundo homogéneo, donde hay un verosímil estable que no se rompe, ya que en “El Aleph” hay una teoría creada por los personajes que le da lógica dentro del mundo del relato a esa visión en simultaneo de todo el universo, así como en “Help a él” es el uso de las drogas lo que genera es visión irreal.
Podemos decir que Fogwill plantea una versión de mundo diferente a la de Borges, en tanto Goodman habla de que el lenguaje y la elección de palabras delimitan el mundo de cada relato, podemos señalizar en “El Aleph” un lenguaje pudoroso y un no presentar los hechos de forma directa y clara, mientras que en “Help a él” hay un uso llano y en oposición a todo concepto de pudor.
La relación entre ambos relatos se hace evidente. En el texto de Fogwill aparece uno de los tipos de transtextualidad descriptos por Genette, más específicamente aparece una hipertextualidad, ya que “Help a él” deriva de “El Aleph”. Esto se presenta mediante una transformación, es decir, se presenta la misma historia con forma diferente. La historia en ambos casos es la de un hombre cuya mujer amada muere y él intenta recuperarla visitando el lugar donde vivía. La diferencia en la forma está en el lenguaje utilizado, en la manera de abordar el tema y el caudal y detalle de información mostrada. Fogwill resalta el placer mediante el uso de los cuerpos, cosa que Borges omite, hace apenas una mención escondida en el relato. Fogwill hace una exageración alterada de lo sensorial, lo cual lleva a la presencia de lo obsceno, mientras que Borges maneja en su texto el mayor pudor.
Textos narrativos:
Blaisten, Isidoro. “Beatriz querida”, en Cuentos de hoy mismo. Buenos Aires, Círculo de lectores, 1982.
Borges, Jorge Luis. “El Aleph”, en El Aleph. Buenos Aires, Emecé, 1949.
Fogwill, Rodolfo. “Help a él”, en Pájaros de la cabeza. Buenos Aires, Catálogos, 1985.
Textos teóricos:
Barthes, Roland, “Introducción al análisis estructural de los relatos”, en AA.VV. El análisis estructural del relato. Buenos Aires, CEAL, 1977 (1966).
Dolezel, Lubomír. “Mundos narrativos” y “Modalidades narrativas”, en Heterocósmica. Ficción y mundos posibles. Madrid, Arco/libros, 1999 (1998), págs. 57-63 y 171-194, respectivamente.
Genette, Gérard. Palimpsestos. La literatura en segundo grado. Madrid, Taurus, 1989 (1962), págs. 9-44.
Genette, Gérard. “Voz”, en Figuras III. Barcelona, Lumen, 1989 (1972), págs. 270 a 279.
Goodman, Nelson. “Palabras, trabajos, mundos” y “La fabricación de los hechos”, en Maneras de hacer mundos. Madrid, Visor, 1990 (1978), págs. 17- 48 y 127-148, respectivamente.
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