Philip K. Dick fue un escritor de ciencia ficción cuyas obras poseen tres características particulares y reflexivas: Sus textos plasman ideas que rompen el viejo mito polarizador del género y su carácter formulario. Aparece la pregunta por lo real, mediante un ejercicio permanente de meta ficción crítica en relación a preguntas filosóficas. Utiliza la forma narrativa de mostrar el mundo de lo propio como extraño.
Estas tres cuestiones se pueden apreciar con facilidad en el relato “Espero llegar pronto” (1980). La trama y desenlace de la historia es la siguiente: Víctor Kemming está en una nave camino a otro planeta, debería estar dormido en suspensión crónica, pero hubo una falla y su mente está consciente. La nave siguiendo los protocolos le inserta recuerdos olvidados para que la mente no se atrofie. A causa del surgimiento de un malestar en el personaje, la nave reinicia el proceso. Pasa a un recuerdo infantil traumático, luego a la ensoñación del deseo del arribo al destino, nuevamente resurge el trauma, sin un resultado favorable. Transcurridos diez años se produce la verdadera llegada, para la cual la nave contacta a la exmujer para que esté esperándolo y le brinde contención, pero él sigue creyendo que está en un bucle de reinicios permanentes producidos por la nave y ve los signos de su trauma allí presentes.
Durante el relato hay dos recuerdos principales, que se presentan primero en su forma original y que luego deforman todas las otras proyecciones mentales, irrumpiendo en ellas de modo que alteran la estabilidad del personaje. Estos recuerdos son: El primero, que ocurre en la casa con su primera mujer, consiste en la separación y posterior destrucción de la propiedad por falla en los cimientos, con un cuadro caro firmado por un artista muerto. El segundo, es de un acontecimiento que se produjo en la infancia, cuando al rescatar a una abeja de una telaraña, esta lo pica y su madre lo ignora, posteriormente, él ayuda a su gata a cazar un pájaro y cuando la madre se enoja con el gato por atacar al ave, él se siente culpable al punto de ver una sombra que lo amedrenta mientras juega.
El autor trabaja la historia poniendo en funcionamiento un dispositivo binario, una dicotomía estructural entre lo real (el viaje en la nave hacia otro planeta) y una realidad simulada (experiencias propiciadas por la máquina). Utiliza los tópicos del género de la ciencia ficción, de la inteligencia artificial (la máquina) y la colonización del espacio, pero su principal motor es la fantasía vinculada al error de desperfecto técnico.
Aparece la postulación de la máquina como servicio, cuyo mal funcionamiento puede producir terror en el personaje en primer plano. Pero también, hay otras ideas que subyacen a la vez. Una de ellas, es la del abandono en relación a la inutilidad del cuerpo que no puede tomar parte en el conflicto. La cuestión de la entropía, en tanto que la mente del personaje tiene riesgo de deteriorarse. La falacia del confort permanente, mediante el intento de la máquina de proporcionarlo. La tendencia humana interna a la muerte y destrucción por parte del personaje, en insistir inconscientemente con esos hechos traumáticos. Así mismo se presenta la figura de empatía con el personaje femenino que participa de ambos mundos y se ha permitido ser atravesada por el paso del tiempo.
Es posible concluir que el relato trabaja narrativamente en torno de la dualidad conservación/destrucción y muerte/empatía, mientras que la verdad conforma el mecanismo interno del texto.
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